Importancia de la Madera Tratada empleada en Torres de Enfriamiento

La importancia del Tratamiento Químico de la Madera empleada en Torres de Enfriamiento

Como es bien sabido por los constructores de las Torres de Enfriamiento, hay una materia prima primordial en dichas construcciones: La Madera. En este suplemento vamos a integrar las principales características de la madera pero principalmente verificaremos las mismas en Torres de Enfriamiento mediante normas del AWPA.

Comenzaremos por mencionar que la madera es un material orgánico formado naturalmente que consiste en esencia en elementos tubulares alargados, llamados "células" dispuestos en su mayor parte en forma paralelo. Las dimensiones de dichas células y el espesor de sus paredes varían con su posición en el árbol, su edad, las condiciones del crecimiento y la clase del árbol. Las paredes de las células están formadas principalmente por moléculas en cadena de celulosa, polimerizadas a partir de residuos de glucosa y orientadas como un material aparentemente cristalino.

Para que la madera sea correctamente preservada, requiere de varios procesos de preparación, los cuales dependen de su uso final.

Toda madera proviene de árboles, los que en el momento de ser talados pierden la protección natural contra los agentes que la naturaleza emplea para transformar los compuestos complejos como azucares, celulosas, lignia, etc., que forman los tejidos del árbol, en compuestos más simples que puedan ser aprovechados por otros organismos. Los agentes que la naturaleza emplea son mohos, hongos, insectos y perforadores marinos. Todos ellos, para efectuar su función, requieren de cuatro elementos que son:

OXÍGENO, HUMEDAD, TEMPERATURA Y ALIMENTO.

Para prevenir el ataque de estos agentes, se recomienda mantener el mínimo de tiempo posible los árboles ya talados en el bosque, como máximo una semana; este tiempo depende del tipo de madera y de las condiciones climatológicas del bosque.

La madera que va a ser utilizada en forma redonda (postes) se debe descortezar. En algunos casos es conveniente la aplicación de un baño de solución de pentaclorofenato de sodio con bórax para prevenir el ataque de mohos cromógenos, como sucede con la madera de Pino que es muy susceptible al ataque de mohos que producen la mancha azul.

Algunas maderas latifoliadas son muy susceptibles al ataque de insectos perforadores y lo conveniente para prevenirlo es un baño de suspensión de lindano (Gama Hexaclorobenzeno).